martes, 30 de abril de 2013

¡Qué importante es tener una buena educación!


Echando un rápido vistazo a la foto, la primera sensación es de felicidad, alegría y bastante familiar. Es probable que este fuese sólo un síntoma que experimentase en los primeros años de su vida. Según pasa el tiempo, la mala influencia de sus amigos, le empujará al lado oscuro de la vida, su faceta más tenebrosa. La droga se apodera de su mundo, le aleja de su padre. De ahí esta foto. Le añora, necesita su afecto. Gracias a esto, se dio cuenta de que le necesitaba en su vida, lo que desemboca en un cambio radical. Necesitaba a su padre e hizo todo lo que estaba en sus manos para recuperar su cariño. Cambió su actitud, se aplicó en sus estudios y sacó las mejores notas de la clase. Estuvo interna en un centro de desintoxicación. Abandonó esa vida que tanto daño le había causado, y poco a poco fue recuperando a lo que más quería: su familia, su padre.

  

Tiempo más tarde, a raíz de lo vivido, descubrió su vocación, para lo que había nacido: la enseñanza. No quería que le pasase al resto de niños lo que a ella le había sucedido, lo cual achacó a un problema de educación. A día de hoy, es una chica fascinante, un modelo a seguir, un ejemplo para la sociedad, envidiada por su calidad humana, con un corazón lleno de amor y ternura, plagado de buenas intenciones. En definitiva, consiguió ser quien es gracias al reencuentro emocional con su padre.

3 comentarios:

  1. ¡Pero qué le has hecho a mi amiga! hahaha. La historia es muy buena, menos mal que tiene final feliz.
    ¡Muy original Julio!

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  2. Es totalmente una Julio historia.
    Te doy un notable alto, ¡vamos!
    jajaja
    :)

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