domingo, 28 de abril de 2013

¡Yo también quiero estrellarme!(averigua el truco para leerlo...)

Tras el aparatoso accidente, el malherido piloto consiguió abandonar la destruida cabina en la que se había despertado. Miró a su caótico alrededor y lo único que vio fue el largo camino que el accidentado avión había dibujado. Sintió que le fallaban sus temblorosas piernas, un frío sudor recorría su cuerpo y una extraña sensación se apoderó de su maltrecho cuerpo, cuando de repente, se desvaneció, tele-transportándose a un hermoso lugar en el que nunca había estado antes. Estaba plagado de coloridas flores, se divisaban a lo lejos un par de majestuosos ciervos con sus voluminosas cornamentas. Comenzó a caminar por ese nuevo paraje cuando se topó con un caudaloso río que le impedía continuar, así que decidió dar media vuelta y proseguir su curiosa marcha en dirección opuesta. Tras un largo rato, se topó con un frondoso bosque repleto de árboles frutales que rebosaban de apetitosas manzanas y peras. Se adentró un poco para ver qué le deparaba ese desconocido lugar. Mientras avanzaba, miraba arriba y abajo, a la izquierda y a la derecha. Exóticas especies por doquier. Ese sitio era fascinante.

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