lunes, 4 de marzo de 2013

PECES BLANCOS
 Pronto serían las doce en punto, ¿qué más daba salir más temprano?, después de todo, siempre estaba negro sin nada de luz. Miró hacia un costado y se dio cuenta de lo mucho que había cambiado el sitio. Qué extraño, no se había cerciorado.
 Caminó hacia un pequeño túnel. No es que realmente fuese uno, pero estaba tan oscuro el lugar que optó por llamarle así y desde lejos pudo vislumbrar un pequeño rayo de sol. -    Ja, este túnel está roto – ironizó siguiendo la luz Cada vez que se encaminaba en algo le era imposible parar, debía descubrir aquella hendidura o como pudiese llamarse. En una esquina, una escalera que se notaba endeble se hacía ver,  sin embargo subió por ella, llegando a un sitio muy distinto al que conocía. No es que estuviese en un túnel negro o un mundo oscuro, simplemente no se había cerciorado de que dentro de sus memorias negras todavía existía la luz. Se tiró al suelo mirando hacia el fin -    La vida no es tan mala ¿verdad? – le dijo a las nubes en forma de pez – lástima que no me di cuenta antes. Sin embargo su hora había llegado, el lo sabia hace mucho tiempo, y entonces, cerró levemente los ojos y se desvaneció mirando el último claro del día, suspiró y se despidió de la vida.

2 comentarios:

  1. Gracias por poner esta historia, es un poco rara y difícil de ententender, pero después de consultarlo con mi padre la he entendido.

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  2. hola soy Diego
    estoy esperando la tarea 3

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